viernes, 23 de noviembre de 2018

esta barrera en el diagnóstico de la clamidia y, en un futuro, probablemente otras enfermedades de similar naturaleza,


INVENTORES de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Facundo Noya, Abraham Espinoza, Ishtar Rizzo, Axel Gómez-Ortigoza, Felipe Gómez Antonio y Henrique Dianin

NotiMx, Noviembre 2018.- El MIT Technology Review en español premió a los “Innovadores menores de 35 Latinoamérica” en la Universidad Panamericana (UP) de Guadalajara, y puso de relevancia los proyectos de 35 jóvenes innovadores de menos de 35 años, tras 14 meses de trabajo entre más de 2 mil propuestas que concursaron bajo el lema “Sé parte del cambio que quieres ver en el mundo”.

Innovadores Menores de 35 LATAM, se realizó impulsado por MIT Technology Review en español, la Universidad Panamericana campus Guadalajara y Opinno, consultora global de innovación española y organizadora del evento, con el apoyo de Secretaría de Innovación del Gobierno de Jalisco, Santander, Nissan, Fleet Solutions, Aga, Amazon Web Services y otras importantes empresas.

INVENTORES
Estos innovadores crean tecnologías que permiten reimaginar cómo hacen las cosas.
Facundo Noya, 25
Argentina
Abraham Espinoza, 26
México
Ishtar Rizzo, 27
México
Axel Gómez-Ortigoza, 26
México
Inty Gronneberg, 34
Ecuador
Felipe Gómez, 25
México
Antonio Henrique Dianin, 32
Brasil

Facundo Noya
Ebers
Creó una plantilla inteligente para detectar la aparición de úlceras en los pies de las personas diabéticas.

Un paciente entró por su propio pie en un hospital un día y, dos semanas después, salió con una pierna amputada por debajo de la rodilla. Todo porque padecía diabetes y no se había dado cuenta de que se le había producido una herida en un pie. Facundo Noya fue testigo de esta dramática historia y ello le motivó a diseñar algo que supliera la falta de sensibilidad en las extremidades que sufren las personas con diabetes.

Años después, ese algo se ha materializado en Ebers, una plantilla inteligente que monitoriza cada pisada para prevenir que el usuario acabe sufriendo una amputación.

La diabetes conlleva la destrucción de los nervios sensitivos. Esta falta de sensibilidad hace que lo que una persona sin la enfermedad percibiría sin problemas, en un paciente diabético pase desapercibido si no se realizan exámenes visuales regulares. E incluso así, muchas veces las úlceras aparecen de modo subcutáneo, invisibles hasta que es demasiado tarde.

Ebers posee sensores de presión a lo largo de toda la suela y más agrupados en aquellas zonas donde normalmente se ejerce más fuerza al caminar. De esta forma, en cada paso, la plantilla recoge los datos de presión de estos puntos y los compara con el patrón normal del usuario, siendo así capaz de detectar cualquier desviación producida por la presencia inadvertida de un objeto extraño antes de que provoque una herida o la incipiente aparición de una úlcera.

Aparte de la presión, la plantilla mide también la temperatura y la humedad relativa, lo que sirve para detectar una inflamación en fase temprana”, explica Noya. El objetivo es medir cualquier cosa que sea indicativa de la posible aparición de una úlcera y avisar al usuario, que recibe una alerta en su teléfono mediante la app que recoge todos los datos generados por la plantilla.

Abraham Espinoza
SwineTech
Su sistema de monitorización de granjas porcinas reduce la mortalidad por aplastamiento de los cerdos.

Cuando una cerda madre se tumba en su celda en una granja porcina, siempre cabe la posibilidad de que con su enorme peso acabe aplastando a una de su crías. De hecho estos desagradables accidentes afectan en promedio a uno de cada nueve cerditos. Lograr evitarlos supondría no solo un beneficio para el animal que perece, sino también para los granjeros, que verían aumentar su capacidad productiva.

Abraham Espinoza ha desarrollado un sistema bautizado como SmartGuard para evitar estos incidentes. Aplicando un enfoque de Internet de las Cosas, inteligencia artificial y un wearable para las cerdas, su sistema reduce en una tercera parte las muertes por aplastamiento.

Cuando un cerdito es aplastado emite un chillido característico”, explica el joven mexicano. Para detectarlo y discernirlo del ruido ambiental normal en una explotación porcina, se instalan micrófonos en cada una de las celdas de la granja. Un algoritmo de machine learning entrenado para distinguir el patrón particular emitido por un cochinillo en apuros escucha las señales y, cuando detecta una de estas llamadas de auxilio comprueba qué micrófono detectó la señal y si el dispositivo portado por la cerda ha registrado un movimiento compatible con un cambio de posición. En caso afirmativo, se envía una señal a este dispositivo para que produzca una descarga de un impulso eléctrico de estimulación muscular, similar a los utilizados en rehabilitación terapéutica, con el objetivo de provocar un cambio en la postura de la madre y la liberación del cerdito atrapado.

En estos momentos la empresa está analizando los datos obtenidos en los pilotos realizados con la primera versión del sistema en varias granjas de EE.UU. En febrero de 2019 prevén sacar la segunda versión con mejoras introducidas a raíz de dicho análisis y empezar la comercialización a gran escala. Grandes productores porcinos de los tres países norteamericanos ya se han mostrado interesados en implementarlo.

Ishtar Rizzo
LIZA
Desarrolló un dispositivo de diagnóstico de clamidia que podrá mejorar la salud sexual de la población.

Más de 1 millón de personas contraen cada día una infección de transmisión sexual (ITS), según la Organización Mundial de la Salud. La mayoría de ellas no presenta ningún síntoma, lo que facilita su contagio, pero en algunos casos las consecuencias pueden ser nefastas. La clamidia, por ejemplo, la mayor parte de las veces cursa asintomática pero puede llegar a causar infertilidad. Conocer si se ha contraído esta enfermedad es el primer paso para tratarla –se cura con antibióticos – y evitar su propagación, pero lo habitual es no llegar al diagnóstico hasta no presentar síntomas.

La joven mexicana Ishtar Rizzo es cofundadora de LIZA, una startup que pretende contribuir a mejorar la salud sexual de la población mediante un dispositivo que hace más fácil y privado el diagnóstico de las ITS.

El diagnóstico de la infección por clamidia es relativamente sencillo, pero invasivo y en ocasiones doloroso, pues suele requerir obtener una muestra del epitelio del interior de las vías genitales. El dispositivo de LIZA presenta un innovador diseño que le permite recolectar cómodamente la fracción inicial de la orina y descartar el resto, sin necesidad de interrumpir la micción ni otras molestias. Esta muestra pasa en el propio dispositivo por varias membranas que logran concentrar las células epiteliales que hayan sido arrastradas junto con la orina, disgregarlas y detectar en su interior la presencia de la bacteria causante de la enfermedad.

La intención es crear un dispositivo que pueda comprarse en todas las farmacias, como una prueba de embarazo”, explica Rizzo. Así podría llegarse a un diagnóstico de forma rápida, indolora y sobre todo privada, algo que la joven mexicana valora especialmente.

En su opinión existe un estigma social sobre aquellas personas que acuden a una clínica a interesarse por su salud sexual; el uso de dispositivos personales como LIZA podría eliminar esta barrera en el diagnóstico de la clamidia y, en un futuro, probablemente otras enfermedades de similar naturaleza, como la gonorrea o la sífilis.

Axel Gómez-Ortigoza
Polybion
Su empresa fabrica nuevos materiales biológicos más ecológicos capaces de sustituir a los equivalentes derivados del petróleo.

Los materiales sintéticos tradicionales son muy tóxicos y poco sustentables en su uso y producción”. Así de rotundo se manifiesta Axel Gómez-Ortigoza, ingeniero biotecnólogo y fundador de Polybion. Su alternativa consiste en el desarrollo de nuevos materiales de origen biológico capaces de sustituir a los sintéticos en su uso actual.

Su empresa ha desarrollado tres de estos nuevos materiales hasta el momento: un sustituto de las espumas de los elementos aislantes y de empaquetado, Fungicel; un sustituto para los paneles de madera sintética, Lignum; y una alternativa a la piel sintética, Celium.

La clave de la innovación de Gómez-Ortigoza radica en el uso de microorganismos, tanto naturales como modificados genéticamente, para obtener nuevas sustancias en un proceso que fija carbono en vez de liberarlo a la atmósfera. Bacterias, levaduras y hongos se alimentan de desechos y producen materiales de alto valor.

El producto más avanzado es Fungicel, que reemplaza a espumas aislantes y que se comercializa en forma de paneles acústicos”, aclara el inventor mexicano. La empresa produce en la actualidad 2,000 de estas piezas cada mes, pero la intención es escalar la producción una vez finalice la ronda de captación de fondos de serie A en la que se encuentran.

Una de las ventajas de Fungicel es que es retardante a las llamas”, explica Gómez-Ortigoza. “Las espumas sintéticas son altamente inflamables y para evitarlo hay que añadir una serie de aditivos químicos que hacen aún más tóxicos estos materiales”, prosigue. Por el contrario, Fungicel hace que la combustión no se propague por el material gracias a su composición.

De Celium, otro de sus productos, el innovador destaca el carácter ecológico de su producción. No solo no hace falta sacrificar animales para obtener piel, sino que además su fabricación es neutra desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero, algo que no consigue ni el cuero ni sus alternativas derivadas del petróleo.

Inty Gronneberg
Ichthion
Desarrolló turbinas capaces de extraer los plásticos de los ríos y evitar que acaben llegando al mar.

Los mares y océanos se han convertido en un gran vertedero al que llegan toneladas de residuos plásticos que se acumulan e impactan la vida de la fauna acuática. Aunque tiremos al bote de basura o incluso al contenedor de reciclaje adecuado una botella de plástico, ésta puede terminar llegando al mar, entera o triturada en infinidad de fragmentos minúsculos, por la acción del viento y las lluvias. La concientización sobre este problema ha aumentado recientemente, pero acabar con los plásticos de un solo uso “es complicado y a largo plazo”, comenta el innovador Inty Grønneberg. “Se calcula que
se podría acabar con ellos para el año 2035, pero antes, en 2025, la cantidad de plástico usado se habrá triplicado con respecto a la actual”, explica.

Es por ello que este joven ecuatoriano, con familia de origen noruego y afincado en Reino Unido, cree que es necesario combatir la acumulación de estos residuos mediante su recogida del agua. Para ello ha creado Ichthion (antes Remora Marine), una empresa que desarrolla varios tipos de turbinas capaces de filtrar y recoger los plásticos de distintos tamaños presentes en las aguas fluviales y evitar que acaben llegando a los océanos.

El problema es la falta de tecnologías de reciclaje en zonas menos desarrolladas de Asia”, explica el inventor. “Esto hace que haya tal cantidad de plásticos que pasen desde los vertederos a los ríos y de ahí al mar”, prosigue. Su solución: unas turbinas que puedan ser instaladas a bordo de las embarcaciones que recorren estos ríos y así, mientras realizan su quehacer habitual, proceden a limpiar la vía fluvial de los residuos plásticos en suspensión.

A diferencia de un filtro pasivo, los diseños de Ichthion extraen energía del flujo de agua a través de la turbina, que es utilizada para extraer los restos plásticos de los filtros y acumularlos. Esto permite que aumente su eficiencia en la recogida de residuos, siendo capaces de recolectar 80 toneladas por día en uno de sus modelos, el Azure, frente a las siete que logran los diseños más eficientes usados hasta ahora. “Un Azure en un río serviría para suministrar una planta de reciclaje, haciendo viable su construcción en lugares donde ahora no las hay por este motivo”, señala el joven inventor.

Felipe Gómez
FGC Plasma Solutions
Sus turbinas más eficientes harán que los vuelos en avión emitan menos gases de efecto invernadero.

Mientras que muchos niños y adolescentes sueñan con viajar en cohete, otros van un paso más allá y se convierten en ingenieros aeronáuticos. Es el caso de Felipe Gómez, cuya pasión por la propulsión lo llevó a defender su proyecto de ciencias en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de Intel. En el vuelo de vuelta, su mentor le preguntó: “¿Te imaginas que en 10 años todos los aviones son más eficientes gracias a algo que hayas inventado tú?”.

Gómez ha continuado trabajando con ese objetivo y hoy esa idea de hacer más eficiente el vuelo está un paso más cerca gracias a su invención. Se trata de un nuevo diseño de las turbinas de los propulsores que permite utilizar el plasma para la combustión del combustible, haciéndolo de una manera más eficaz que los modelos existentes.

En la combustión normal, el combustible está formado por moléculas grandes que se rompen poco a poco en otras más pequeñas, pero el proceso requiere cierto tiempo, mientras que si se usa plasma, se utiliza un chorro de electrones para romper las moléculas de combustible en fragmentos más reactivos”, explica Gómez. Sin embargo, las ventajas no podían compensar hasta ahora los inconvenientes de integrar el sistema de plasma en el inyector del combustor de una turbina.

Su diseño hace frente por primera vez a estos problemas y ha sido testado satisfactoriamente en el centro de investigación Glenn de la NASA, en EE.UU., donde Gómez ha obtenido financiación del Departamento de Energía del Gobierno para proseguir con sus investigaciones. Aún faltan entre cuatro y cinco años antes de que la tecnología de Gómez sea empleada en vuelos reales, pero cuando llegue a ese punto supondrá un ahorro de entre un 1% y un 5% en los vuelos domésticos, que son los que en proporción más combustible gastan en los periodos críticos en los que el nuevo diseño es más eficiente.

Un ahorro tan aparentemente modesto, llevado a la escala que supone la industria de aviación, puede tener un impacto significativo tanto en su reducción de costes como en la disminución de sus emisiones de gases de efecto invernadero.

Henrique Dianin
Project Company
Desarrolló y construyó un robot de telepresencia especializado en la asistencia al personal sanitario.

En un episodio de la comedia The Big Bang Theory, uno de los protagonistas, Sheldon, decide crear un robot para que le supla en sus quehaceres diarios y evitar así el contacto directo con otras personas. Al verlo, el joven brasileño Antonio Henrique Dianin pensó que él podría beneficiarse mucho también de algo así, por lo que se puso manos a la obra. De esta manera nace la primera versión de R1T1, un robot de movimiento autónomo o controlable en remoto que sirve de avatar para una persona ubicada en otro lugar.

Una vez desarrollado el robot para uso personal, Dianin comenzó a pensar en las posibles aplicaciones útiles de semejante aparato y decidió enfocar su desarrollo en el sector de la atención sanitaria. En la actualidad R1T1 se utiliza en distintos hospitales de Brasil como asistente del personal médico en multitud de situaciones, desde operaciones de trasplante de órganos a terapias para niños enfermos.

Cada hospital utiliza el robot de una manera distinta”, comenta el joven inventor. “En los cuatro años que lleva en uso en seis centros sanitarios, ha sido utilizado en cirugías, unidades de vigilancia intensiva, para la rehabilitación de pacientes o como agente para telemedicina”, enumera Dianin.
Además de la capacidad de servir de vehículo para la telepresencia, el robot ha incorporado una gran cantidad de funcionalidades. Dotado de inteligencia artificial para su movimiento autónomo, también dispone de la capacidad de procesar lenguaje natural, por lo que puede usarse como vehículo para un chatbot que entienda las necesidades de los pacientes y pueda ofrecer la respuesta adecuada.
Su conectividad le permite comunicarse con el equipamiento médico y los sistemas informáticos de gestión hospitalaria, por ejemplo para acceder al ecógrafo mientras que el médico realiza una exploración y mostrar en su pantalla las imágenes.

jueves, 22 de noviembre de 2018

sanitarios por cada mil habitantes”, cita Kapps.


EMPRENDEDORES de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Michael Kapps, Aline Oliveira, Cristina de la Peña, Mariana Vasconcelos, Matheus Goyas, Sebastián Kanovich y Aldo Raúl Luévano

NotiMx, Noviembre 2018.- Con el lema “Sé parte del cambio que quieres ver en el mundo”, el MIT Technology Review en español premió a los “Innovadores menores de 35 Latinoamérica” en la Universidad Panamericana (UP) de Guadalajara, y puso de relevancia los proyectos de 35 jóvenes innovadores de menos de 35 años, tras 14 meses de trabajo entre más de 2 mil propuestas que concursaron

El magno evento Innovadores Menores de 35 LATAM, se realiza impulsado por MIT Technology Review en español, la Universidad Panamericana campus Guadalajara y Opinno, consultora global de innovación española y organizadora del evento, con el apoyo de Secretaría de Innovación del Gobierno de Jalisco, Santander, Nissan, Fleet Solutions, Aga, Amazon Web Services y otras importantes empresas.

EMPRENDEDORES
Estos innovadores ven a las tecnologías como una oportunidad de convertir a las innovaciones en negocios disruptivos.
Michael Kapps, 29
Brasil
Aline Oliveira, 34
Brasil
Cristina de la Peña, 28
México
Mariana Vasconcelos, 27
Brasil
Matheus Goyas, 28
Brasil
Sebastián Kanovich, 28
Uruguay
Aldo Raúl Luévano, 33
México

Michael Kapps
TNH Health
Sus chatbots amplían el acceso a cobertura sanitaria de la población más necesitada.

El 90% de los brasileños tienen un teléfono móvil. De lo que muchos carecen es de acceso a un sistema de atención primaria de calidad. Michael Kapps, un joven nacido en Rusia, con nacionalidad canadiense, que había estudiado en EE.UU. y colaborado con una ONG sanitaria en Ghana, al pasar un año en Brasil se dio cuenta de esta paradoja y de que nadie estaba innovando en este sector en el país. Viendo en ello una oportunidad, Kapps dejó su trabajo de consultor en Silicon Valley para mudarse definitivamente a Brasil y fundar TNH Health.

Todo el mundo en Brasil tiene un teléfono móvil, y chatea”, afirma categórico Kapps, incluso las personas con menos recursos. Por ello decidió crear un servicio de chatbots, que, a través de mensajes de texto, permitiera ampliar la cobertura sanitaria de la población.

En Brasil hay dos profesionales sanitarios por cada mil habitantes”, cita Kapps. Según sus estimaciones, un enfermero puede prestar atención a 3,000 personas con la ayuda de los chats de inteligencia artificial. De esta manera se pueden evitar las largas esperas en los centros de salud, especialmente para una gran variedad de consultas que pueden ser atendidas en remoto.

La ventaja de usar chatbots es que los usuarios no necesitan descargarse ninguna aplicación”, comenta el joven emprendedor. De hecho, es más que probable que “ni siquiera sepan quién es TNH Health”. Clínicas, aseguradoras, municipalidades, grandes empresas forman parte de los clientes de TNH Health, que dan de alta a los pacientes.

Estos empiezan a recibir mensajes por el canal que prefieran y de su interacción con los bots la inteligencia artificial va aprendiendo y personalizándose a sus necesidades. Un sistema de procesamiento de lenguaje natural basado en Watson de IBM permite discernir qué tipo de ayuda necesitan y, si es necesario, el sistema alerta a un profesional para que atienda en persona al paciente. El uso de la inteligencia artificial ayuda a la escalabilidad del sistema, frente a otros enfoques de telemedicina basados en call-centers atendidos por personas. En los cuatro años que lleva operativo el sistema, TNH Health monitoriza a más de 200,000 personas y ha generado 150,000 alertas.

Aline Oliveira
Traive
Inteligencia artifi cial y análisis de datos para atraer fi nanciación a la agricultura familiar.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO, más de 500 millones de explotaciones familiares gestionan la mayor parte de las tierras agrícolas y producen la mayor parte de los alimentos del mundo. El acceso de estos pequeños productores al crédito es muy difícil, lo que limita su capacidad para invertir en mejoras que garanticen una producción de mayor cantidad y calidad. Lograr que la producción de alimentos en el mundo aumente de manera sostenible pasa entonces por mejorar el acceso a financiación de los pequeños agricultores.

Con este objetivo, Aline Oliveira ha creado Traive, una empresa que utiliza el análisis de datos y la inteligencia artificial para mejorar la predicción del riesgo de inversión en explotaciones agrarias, lo que se traduce en unos préstamos más ventajosos a los agricultores.

La principal razón detrás de la dificultad de lograr préstamos asequibles es que los bancos no disponen de las herramientas para estimar correctamente el riesgo de impago del agricultor, que es considerado como una inversión arriesgada y por tanto, debe hacer frente a unos altos intereses en caso de llegar a obtener la financiación. La tecnología de Traive logra reducir los costes financieros entre un 25% y un 50%, con lo que el agricultor dispone de más dinero para comprar mejores productos e invertir en el desarrollo de su explotación.

Tan solo con saber la localización de las tierras y lo que el agricultor quiere plantar, el sistema puede predecir el rendimiento que obtendrá”, afirma Oliveira. Esto es posible gracias a la base de datos de la calidad de las tierras arables compilada por Traive y el análisis del histórico de productividad que tienen ese tipo de tierras para cada tipo de semilla. “Los algoritmos además estudian los patrones climáticos y las tendencias comerciales para predecir el rango de precios esperable para el producto en la siguiente campaña”, explica la joven brasileña.

Cristina de la Peña
Synapbox
Su plataforma de investigación sobre usuarios proporciona a las empresas inteligencia real sobre sus campañas de marketing

Empresas y marcas gastan cada año enormes cantidades de dinero en publicidad y marketing para promocionar sus productos. Algunas ideas funcionan, otras resultan un completo fracaso. Uno de los problemas a los que se enfrenta el sector es cómo saber si lo que a las empresas les parece que será una buena manera de conectar con el público objetivo realmente lo será.

Una de las formas tradicionalmente usadas para averiguar cómo responderá la gente a una campaña publicitaria era realizar estudios a pequeña escala en los que se consultaba la opinión de reducidos grupos de personas. Problemas en la representatividad de la muestra utilizada, por ejemplo, podían hacer que las conclusiones difirieran del resultado una vez se lanzase la campaña al gran público.

Otro fallo de los métodos tradicionales es que la gente miente, o que simplemente no es completamente honesta cuando expresa sus opiniones y sentimientos, a veces incluso de manera inconsciente.

Ambos problemas se pueden solucionar gracias a la tecnología, y eso es lo que consigue de la Peña. Synapbox dispone de una plataforma para la recogida, cuantificación y análisis de información sobre las reacciones en tiempo real de la gente en respuesta al visionado del material promocional de las empresas. “Todo lo que se necesita es que el usuario final siga un enlace en un dispositivo dotado de cámara frontal”, explica la emprendedora mexicana. “Así podemos aumentar el número de personas muestreadas y además no es necesario llevarlas a ninguna sala, sino que verán la publicidad en su entorno habitual, tal y como sucederá una vez lanzada la campaña”.

Tecnologías como el reconocimiento facial, la identificación de emociones, el seguimiento de la mirada dan información en tiempo real sobre las reacciones de los clientes, no hace falta que respondan a cuarenta preguntas después”, valora de la Peña. El análisis de toda esta información permitirá detectar qué elementos de la campaña funcionan, cuáles no, en qué personas y en qué circunstancias.

Mariana Vasconcelos
Agrosmart
Su empresa utiliza el Internet de las Cosas y la inteligencia artifi cial para lograr una agricultura más sostenible

Mariana Vasconcelos es hija de granjeros y conoce de primera mano la dificultad de tomar decisiones sobre los cultivos basándose solo en “intuiciones”. Por eso creó Agrosmart en 2014, una empresa dedicada a proveer de inteligencia precisa a los agricultores mediante la aplicación de Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas. Sus modelos meteorológicos y recomendaciones sobre el riego permiten aumentar la productividad de los cultivos hasta un 20% con un ahorro de agua del 60%.
Para los agricultores es cada vez más difícil confiar en lo que han hecho siempre porque lo que siempre sucedía ya no sucede”, resume Vasconcelos. Un ambiente en constante cambio, con amenazas como el calentamiento global, sequías, etc., hace más importante tomar las decisiones adecuadas en el momento adecuado. Por eso Agrosmart quiere facilitar unas herramientas para que las decisiones estén respaldadas por datos, no por usos y costumbres.

Agrosmart cuenta con unos sensores que se comunican entre sí a grandes distancias, sin necesidad de conectarse a Internet o a una red de datos móviles, lo que permite instalarlos en los campos formando una extensa malla por la que fluye la información hasta los puntos donde sí haya conectividad y los datos puedan ser transmitidos a la nube. Pero “la telemedición no es suficiente”, precisa la innovadora brasileña. Por ello su empresa no ofrece los datos en bruto, sino que los presenta tras ser analizados, logrando así establecer recomendaciones de riego basadas en ellos y las predicciones meteorológicas
más precisas, logrando así reducir los consumos energéticos y de agua.

La empresa de Vasconcelos monitoriza en la actualidad más de 200,000 hectáreas de cultivos, principalmente en Brasil pero también se están extendiendo por otros países de Latinoamérica. Recientemente han llegado a un acuerdo con Coca-Cola para prestar sus servicios a las granjas familiares en sus cadenas de suministro de productos. “Para las pequeñas explotaciones agrarias los beneficios son aún mayores”, remarca la joven emprendedora.

Matheus Goyas
AppProva
Su aplicación busca democratizar el acceso a la educación de calidad

En Brasil, la educación pública básica adolece de una severa falta de recursos, como muestra que la relación de alumnos por ordenador sea de 33 a 1 mientras que en la privada este ratio se reduce de 17 a 1. Esto se traduce peores resultados académicos, como reflejan las pruebas de acceso a la universidad. Paradójicamente, las universidades públicas gozan de un gran prestigio, pero se benefician más de ellas los estudiantes que han podido permitirse una educación privada de mayor calidad.

Consciente de esto en primera persona, Matheus Goyas decidió hacer algo para ayudar a los estudiantes a mejorar sus resultados en el examen estandarizado de acceso y creó AppProva, una aplicación gratuita que simula las preguntas de esta prueba y permite a los estudiantes predecir su desempeño y preparar con antelación aquellos temas que necesiten ser reforzados.

El joven brasileño disfrutó de una enseñanza en escuelas privadas gracias a una serie de becas, pero no todo el mundo tiene las mismas facilidades. Por ello insiste en el carácter gratuito de AppProva. “Es fácil hacer cosas buenas cobrando por ellas, lo difícil es hacerlas y no cobrar por ello”, afirma.

Este compromiso con el servicio gratuito al estudiante se compaginaba con la venta de los datos obtenidos y su análisis a las escuelas que deseen mejorar sus resultados académicos.

Las escuelas privadas pagaban por acceder a los datos mientras que a las públicas se les ofrecía a través de fundaciones que den apoyo económico”, aclara el innovador. Gracias a este acceso, las escuelas pueden reforzar sus programas académicos en aquellos puntos en los que se muestren más deficitarios.

Hasta la fecha, más de dos millones de estudiantes han utilizado la app -en Brasil hay mayor penetración de smartphones que de ordenadores personales- mientras que más de 1,000 escuelas disfrutan hoy de AppProva dentro de los servicios ofertados por Somos Educaçao, la empresa que compró AppProva y para la que ahora trabaja Goyas.

Sebastián Kanovich
dLocal
Su plataforma de pagos permite a las empresas de comercio electrónico expandir su mercado sin
preocuparse de las particularidades locales

Hasta hace poco los gigantes del comercio electrónico tenían problemas para lograr penetrar en los mercados emergentes. En regiones como América Latina, Asia y África, los medios de pago normalmente utilizados en el resto del mundo no tenían la penetración suficiente en el mercado como para permitir realizar transacciones a los potenciales clientes, que recurren a formas más locales para hacer los pagos.

En 2016 surge dLocal de la mano de Sebastián Kanovich. Se trata de una plataforma que integra en una única API más de 300 métodos de pago alternativos, desde sistemas para permitir el pago en efectivo hasta pasarelas como las chinas WeChat o UnionPay, pasando por transferencias bancarias y tarjetas locales de los distintos países que cubre.

Uruguay no es un país particularmente pobre, pero sí lo suficientemente pequeño como para que las empresas de comercio electrónico extranjeras considerasen poco rentable invertir recursos en adaptarse a las particularidades de pago locales. “Las empresas grandes tienen demasiado en lo que enfocarse”, sintetiza Kanovich. La consecuencia es que los ciudadanos de lugares como este tienen mayores dificultades para comprar en sitios como Amazon donde compra el resto del mundo.

Cuando Kanovich se dio cuenta de lo generalizable que era este problema a otros países de todo el mundo, rápidamente vio una oportunidad de negocio: hacer de intermediario y ofrecer a las grandes empresas en un solo paso una pasarela de pagos adaptada a las necesidades locales.

Kanovich concibe así su visión comercial: “Estamos construyendo una carretera, la infraestructura que permita que las oportunidades de negocio lleguen a más personas”.

La carretera construida por dLocal es de doble sentido. Además de permitir que los clientes compren y paguen con su método habitual, las empresas pueden utilizar este canal para realizar pagos a su vez a proveedores y contratistas. De este modo cualquier empresa, puede afrontar su expansión internacional a nuevos mercados sin tener que preocuparse por adaptar su sistema de pagos a las necesidades locales.

Aldo Raúl Luévano
Roomie
Su robot doméstico servirá como asistente personal para cualquier persona.

Tener un robot como asistente personal es algo que ya ha dejado de ser materia de ciencia ficción. Avances en inteligencia artificial han hecho posible tanto el desplazamiento autónomo de las máquinas como que entiendan instrucciones en lenguaje natural y ejecuten la acción adecuada. Sin embargo, aunque ya es más común encontrar robots en entornos empresariales y comerciales, el salto al mercado doméstico no termina de producirse.

Aldo Luévano es el creador de Roomie Bot, un asistente personal autónomo especialmente diseñado pensando en el segmento doméstico, y en particular el de las personas de edad avanzada o con discapacidad. La idea es que a través de su diseño humanoide e interfaz sencilla de utilizar, cualquier persona pueda beneficiarse de los avances tecnológicos aunque no pueda o sepa usarlos ella misma.

Roomie Bot es un punto centralizado de asistencia que va más allá de lo que ofrece un smartphone”, afirma su creador. El robot está habilitado con tecnología abierta que le permite conectarse a cualquier otro tipo de dispositivos inteligentes, incluyendo wearables del ámbito de la salud. También cuenta con una plataforma propia de servicios relacionados con la salud.

Cuando se configura el robot, la aplicación permite seleccionar los servicios que se requiere habilitar, como llamada a ambulancias ante emergencias”, explica Luévano. A partir de ese momento, la interacción con el usuario se realiza mediante comandos de voz o a través de la pantalla táctil que hace las veces de cara.

Roomie Bot se comercializa ya en entornos empresariales, tanto en el contexto sanitario como en otras funciones, personalizado para las necesidades particulares de cada cliente. En una empresa, por ejemplo, los robots se utilizan como asistentes para la toma de decisiones corporativas. “Las capacidades de atención personal ya están probadas”, afirma el emprendedor mexicano. Cuando finalice la ronda de captación de financiación, Roomie podrá escalar para hacer frente a la producción masiva destinada al mercado de consumo particular.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Paola Villarreal cree que la ciencia de datos y la tecnología pueden servir


VISIONARIOS de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Victor Santos, Felipe Chávez, Lincoln Ando, Rodolfo Fiori, Francisco José Córdoba, Lawrence Murata y Paola Villareal

NotiMx, Noviembre 2018.- Fueron premiados los “Innovadores menores de 35 Latinoamérica” por el MIT Technology Review en español en la Universidad Panamericana (UP) de Guadalajara, destacando los proyectos de 35 jóvenes innovadores de menos de 35 años, tras 14 meses de trabajo entre más de 2 mil propuestas que concursaron y con el lema “Sé parte del cambio que quieres ver en el mundo”,

El magno evento Innovadores Menores de 35 LATAM, se realiza impulsado por MIT Technology Review en español, la Universidad Panamericana campus Guadalajara y Opinno, consultora global de innovación española y organizadora del evento, con el apoyo de Secretaría de Innovación del Gobierno de Jalisco, Santander, Nissan, Fleet Solutions, Aga, Amazon Web Services y otras importantes empresas.

VISIONARIOS
Estos innovadores ven el mundo bajo un prisma distinto al del resto de la gente, lo cual
les permite descubrir nuevos y potentes usos para las tecnologías.
Victor Santos, 27
Brasil
Felipe Chávez, 28
Colombia
Lincoln Ando, 27
Brasil
Rodolfo Fiori, 34
Brasil
Francisco José Córdoba, 32
Colombia
Lawrence Murata, 24
Brasil
Paola Villareal, 34
México

Victor Santos
Airfox
Su aplicación calcula el riesgo crediticio del usuario analizando los datos de uso del teléfono móvil.

Una de cada tres personas adultas en Brasil aún no tienen cuenta bancaria, según los últimos datos sobre inclusión financiera del Banco Mundial. Pero aun perteneciendo al país latinoamericano mejor parado en este indicador, los brasileños aún tienen muchas dificultades para acceder a préstamos debido al poco uso que hacen de las cuentas bancarias, lo que limita la capacidad de los bancos de calcular su riesgo crediticio.

Para solucionarlo, Victor Santos ha creado Airfox. Esta aplicación funciona como un monedero digital sin necesidad de estar asociada a ninguna cuenta corriente o tarjeta de crédito. Lo revolucionario de Airfox son sus algoritmos para, a partir de los datos de uso del teléfono móvil, calcular el riesgo crediticio del usuario, que podrá entonces solicitar un préstamo a través de la propia app.

Al utilizar la aplicación de Airfox, el usuario concede acceso a los datos de uso del teléfono móvil”, explica Santos. “A través del análisis de la información que proporciona el GPS, por ejemplo, puede determinarse con fiabilidad dónde vive y trabaja el usuario, su rutina”, prosigue. Con toda esta información, cruzada con datos de fuentes externas, puede establecerse un modelo del nivel de ingresos y gastos reales, lo que se traduce en un cálculo del crédito del individuo.

Lanzada en marzo de 2018, hasta la fecha la aplicación cuenta con 12,000 usuarios que, tras este tiempo de análisis de sus patrones de conducta, han recibido 1,200 préstamos financiados por Airfox gracias a los 15 millones de dólares recaudados en una ICO – las transacciones del monedero quedan reflejadas en una cadena de bloques propia, basada en Ethereum. “El siguiente paso es abrir la plataforma a inversores externos”, comenta Santos, así como seguir extendiendo la base de usuarios de la aplicación, para lo que está en negociaciones con la mayor cadena de tiendas del país.

Felipe Chávez
Kiwi Campus
Sus robots autónomos hacen más efi ciente y económica la entrega de comida a domicilio.

Gigantes de la logística como Amazon están explorando cómo automatizar la última milla de la entrega de mercancías. El problema es el elevado coste que supone para el total del proceso de envío tener que disponer de una persona que lleve el paquete en persona hasta el destino. Felipe Chávez apuesta por que la solución se halla en el uso de robots autónomos. Su empresa, Kiwi Campus, ya los utiliza para hacer entregas de comidas a residentes dentro de los campues de la Universidad de California en Berkeley y en Los Ángeles.

El objetivo es lograr mover cosas entre dos puntos de una ciudad con un coste próximo a cero”, explica Chávez. “En la actualidad, debido a los costes laborales, hacer una entrega en menos de una hora cuesta unos 8 dólares”, afirma. Además, es ineficiente. “Un ser humano puede realizar un promedio de 2.5 entregas por hora; una persona que use la plataforma de Kiwi Campus puede gestionar 12 entregas en una hora”, concluye el joven colombiano.

Utilizar robots autónomos para realizar las entregas no implica renunciar al empleo de seres humanos. El modelo de la empresa radica en dividir las entregas en segmentos.

Una persona recoge el pedido en el restaurante y lo carga dentro de un Kiwi Bot que a su vez es transportado a bordo de un triciclo capaz de transportar varios de estos robots. El triciclo realiza un trayecto optimizado para minimizar el tiempo de entrega de todos los pedidos transportados y, a medida que se aproxima el punto final de cada entrega, el ser humano libera al Kiwi Bot que se desplaza los últimos cientos de metros hasta el punto de entrega.

El Kiwi Bot cuenta con seis cámaras, sensores LIDAR y un motor de procesamiento de imágenes con algoritmos de inteligencia artificial que detectan los elementos presentes en las aceras y las calzadas para asegurar una navegación segura para el robot y las personas usuarias de la vía pública. Para garantizar al máximo la seguridad, un equipo de personas vigila en remoto desde la sede de la empresa en Colombia los momentos más delicados.

Lincoln Ando
IDWall
Su plataforma permite luchar contra los fraudes de identidad en las relaciones comerciales

Brasil y México son las economías más potentes de Latinoamérica. También son las que mayores tasas de criminalidad presentan, y los fraudes de identidad no son excepción.

Tanto es así que procedimientos como abrir una cuenta bancaria puede tardarse hasta 15 días en Brasil debido a todas las comprobaciones necesarias hechas manualmente.

Lincoln Ando decidió enfrentarse a este problema y, utilizando algoritmos de inteligencia artificial y análisis de datos, su plataforma IDWall reduce este tiempo a menos de tres minutos.

La primera vez que Ando se enfrentó al problema del fraude de identidades fue en 2011, cuando estuvo trabajando para el primer banco 100% digital de Brasil. Tras tres años de intentar resolver el problema, el joven brasileño llegó a la conclusión de que las empresas grandes son demasiado lentas para crear e innovar y decidió ir a EE.UU. A continuar su formación en seguridad. A su regreso participó en la fundación de VaiVolta, un marketplace para el sector de la construcción, y se dio cuenta de que de nuevo se enfrentaba al dilema de cómo establecer una relación de confianza entre dos partes que no se conocen.

Así es como nace en 2016 IDWall, una plataforma que los negocios, tanto físicos como completamente online, pueden utilizar para verificar la identidad de los clientes, evitando así cuantiosas pérdidas relacionadas con los fraudes de identidad. La plataforma permite comprobar la validez de cualquier documento de identidad a través de una fotografía del mismo, contrastándola con los datos de los diversos organismos oficiales que las expiden.

A continuación, de nuevo mediante la captación de una serie de fotografías consecutivas del sujeto, se comprueba que el cliente es efectivamente quien dice ser, y que está vivo y no siendo suplantado a través de una fotografía u otros medios. En un tercer paso, la plataforma comprueba la solvencia del cliente en más de 200 fuentes de datos, desde listas de morosos a listados de resoluciones judiciales.

Rodolfo Fiori
Muove Brasil
Software de gestión municipal que identifica inefi ciencias y evita el desperdicio de recursos

Según la constitución de Brasil, cada ciudad tiene las mismas responsabilidades con respecto a la implementación de las políticas públicas. No importa si tiene 10,000 habitantes o 10 millones. De las más de 5,500 ciudades del país, el 97% tienen menos de 200,000 residentes y carecen de la capacidad institucional para gestionar servicios públicos complejos como la atención sanitaria o la educación. El 86% de estos municipios presentaron problemas financieros en 2017.

Rodolfo Fiori ha desarrollado un software que analiza los datos disponibles e identifica ineficiencias en la gestión municipal, así como posibles soluciones para corregirlas, lo que resulta en menor malgasto de dinero público que queda disponible para su uso en políticas asistenciales.

Una beca municipal permitió a este joven brasileño acceder a un buen colegio, lo que desembocó en una buena universidad y un buen trabajo en gestión logística y de cadena de suministros. Agradecido, Fiori se propuso volcar sus esfuerzos en ayudar a mejorar los procesos de la ciudad que le ayudó a él. “Las ciudades pequeñas carecen del capital social y la capacidad institucional para implementar las políticas”, afirma. “Funcionarios y alcaldes carecen en muchos casos de educación superior y de los medios para entender los problemas que les lastran”, continúa.

Por este motivo Muove Brasil, la empresa creada en 2016 por Fiori, analiza los datos públicos sobre la gestión municipal de todas las ciudades brasileñas e identifica dónde se producen ineficiencias. Al comparar la gestión de todos los municipios, es posible averiguar si la aplicación concreta de una política cuesta más de lo esperable en una ciudad particular. Las ciudades que tienen contratado Muove for Cities acceden a este análisis, pero también a una herramienta para sus funcionarios públicos que les orienta de un modo sencillo e intuitivo sobre los pasos para evitar incurrir en gastos excesivos.

Francisco José Córdoba
Send
Criptomoneda protegida frente a la volatilidad de los mercados por diseño

Cuando una persona emigra por motivos económicos suele dejar en su país de origen a toda una familia que pasará a depender del dinero que este envíe de regreso. Para lograr sacar el máximo partido al dinero enviado, muchos son los que con el reciente auge de las criptomonedas han visto un modo de sortear las altas tasas de gestión ofrecidas por los intermediarios tradicionales. La alta volatilidad de su valor, sin embargo, se ha convertido en un problema en sí mismo.

Francisco José Córdoba conoce bien esta problemática. Emigrante él mismo en etapas de su vida y con una amplia red de contactos y conocidos en la diáspora venezolana, ha diseñado una aplicación destinada al envío de remesas especialmente pensada para este colectivo. Su principal innovación radica en el uso de una nueva criptomoneda, Send, cuyos tokens no fluctúan de precio por la ley de oferta y demanda, sino por un algoritmo diseñado para tener en cuenta su uso real en la comunidad.

Los emigrantes venezolanos se enfrentan a tasas de intermediación que pueden llegar al 30%. El uso de criptomonedas como Bitcoin representa para ellos una atractiva alternativa para lograr que el máximo posible del dinero conseguido fuera del país llegue a manos de sus destinatarios. Cuando esta y otras monedas no hacían más que subir de precio, su alta volatilidad no resultaba tan problemática. Ahora, en cambio, enviar bitcoins supone un riesgo adicional ya que desde que se hace el envío hasta que el
destinatario convierte los tokens en moneda convencional su valor puede haberse visto alterado radicalmente.

Send evita esto al establecer un valor monetario a cada token fijado por un algoritmo. Este calcula cuánta demanda hay de tokens en la red de usuarios de WeSend, una app diseñada como monedero electrónico para realizar las transferencias entre usuarios, con unos valores máximos y mínimos preestablecidos. “En un primer momento diseñamos el algoritmo para que el precio se mantuviera durante un periodo de siete días, pero las pruebas nos demostraron que se trataba de demasiado tiempo”, explica Córdoba. Por eso el intervalo de tiempo por el que este precio se mantiene estable ahora también depende del volumen de uso en la aplicación.

Lawrence Murata
Newton Transportation
Technologies
Aplicación que analiza la forma de conducir de los usuarios para lograr evitar accidentes de tráfico

En el listado de las 10 causas más frecuentes de mortalidad publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se cuela una cuyo origen no es una enfermedad: los accidentes de tráfico. Según este organismo, 1.4 millones de personas perdieron la vida por este motivo en 2016 en todo el mundo. Ante este dato, Lawrence Murata se planteó qué podría hacer él para reducir esta cifra a cero.

Su respuesta es una aplicación móvil que utiliza algoritmos de inteligencia artificial para analizar los datos captados por los sensores del smartphone así como otras variables contextuales (tiempo atmosférico, visibilidad, etc.) para identificar cuándo hay riesgo de accidente y alertar al conductor para que trate de evitarlo.

La aplicación se ejecuta de fondo mientras el usuario conduce, recolectando datos de los acelerómetros, la posición en el mapa, el tiempo que hace, la hora del día, etcétera”, explica Murata. Así se averigua, por ejemplo, si el conductor está manejando el vehículo de una forma agresiva, o diferente al estilo habitual, o excediendo los límites de velocidad adecuados a las circunstancias del tráfico actual, lo que haría que la aplicación reproduzca una alerta audible con consejos de cómo conducir de forma más segura.

El análisis de la información externa también permite diseñar rutas entre dos puntos teniendo en cuenta sus índices de seguridad y no sólo el tiempo que se tardaría en recorrerlas, para que el conductor tenga más opciones a su disposición.

Probablemente no vaya a haber una única solución capaz de reducir los accidentes a cero, por lo que es necesario que haya toda la colaboración posible entre todos los actores implicados”, afirma Murata. Cuanta más gente utilice su aplicación, que en estos momentos se encuentra en fase de beta y que será lanzada el próximo año, más inteligencia será capaz de generar para cada uno de ellos. “Si tu teléfono ve algo útil para otros usuarios, se tomará ventaja de ello”, concluye el joven, que ve el futuro dominado por vehículos autónomos que comparten información entre ellos.

Paola Villareal
Data for Justice
Su trabajo impulsa el uso del análisis de datos y su visualización para enfrentar problemas sociales como el racismo

Uno de los debates surgidos alrededor del reciente boom de la inteligencia artificial es la preocupación por la aparición de sesgos en los algoritmos, frecuentemente debido a la existencia de estos mismos sesgos en los datos usados para entrenarlos. Pero las inteligencias artificiales no son las únicas que desarrollan estos prejuicios. Las personas llevan actuando así desde hace milenios.

Paola Villarreal cree que la ciencia de datos y la tecnología pueden servir de mucha ayuda a las organizaciones destinadas a lograr un impacto social.

La joven mexicana empezó a programar de forma autodidacta a los 12 años y a los 15 ya se dedicaba profesionalmente al diseño de páginas web. En 2013 y 2014 fue directora de Innovación Tecnológica en el Laboratorio de Innovación de la Ciudad de México, donde diseñó e implementó el Data Lab, un portal de Open Data accesible a través de una API. En 2015 Villarreal se mudó a los EE.UU. gracias a una beca de las fundaciones de Ford y Mozilla y entró a formar parte de la American Civil Liberties Union de Massachusetts, una organización dedicada a la protección de los derechos civiles.

Es para esta organización que Villarreal desarrolló el proyecto Data for Justice. En él, la joven mexicana combina el análisis de datos del censo con los datos de las actividades realizadas por la policía. Para realizar este proyecto, Villarreal desarrolló una herramienta que permite a cualquiera, sin avanzados conocimientos de programación, realizar un análisis narrativo y visual de un conjunto de datos, llamada ANT (Augmented Narrative Toolkit).

Así, mediante un poderoso análisis visual sobre el mapa de la ciudad de Boston, la innovadora pudo demostrar la existencia de una fuerte correlación entre los lugares donde la policía realizaba arrestos por posesión o venta de marihuana y los barrios con mayor proporción de personas afroamericanas, latinas, y en general no caucásicos entre sus residentes, lo que alerta del posible sesgo racial sistemático en la acción de la policía.

martes, 20 de noviembre de 2018

De esta manera disminuye el coste para que nuevos médicos se entrenen en producir este tipo de prótesis


HUMANITARIOS de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Rodrigo Ernesto Salazar, Eric Dijkhuis, Fabián Suárez, Bruno Mahfuz, Mateo Salvatto, Antonella Romero y Felipe Quezada

NotiMx, Noviembre 2018.- Durante la premiación de los “Innovadores menores de 35 Latinoamérica” realizada por el MIT Technology Review en español en la Universidad Panamericana (UP) de Guadalajara, se dieron a conocer los proyectos de 35 jóvenes innovadores de menos de 35 años, entre más de 2 mil trabajos que concursaron y con el lema “Sé parte del cambio que quieres ver en el mundo”,

El evento se realiza impulsado por MIT Technology Review en español, la Universidad Panamericana campus Guadalajara y Opinno, consultora global de innovación española y organizadora del evento, con el apoyo de Secretaría de Innovación del Gobierno de Jalisco, Santander, Nissan, Fleet Solutions, Aga, Amazon Web Services y otras importantes empresas.

HUMANITARIOS
Estos innovadores utilizan la tecnología para abordar problemas causados por la pobreza, la guerra o la discapacidad.
Rodrigo Ernesto Salazar, 30
Perú
Eric Dijkhuis, 26
Paraguay
Fabián Suárez, 32
Colombia
Bruno Mahfuz, 34
Brasil
Mateo Salvatto, 19
Argentina
Antonella Romero, 29
Perú
Felipe Quezada, 34
Chile

Rodrigo Ernesto Salazar
MaisIdentidade
Su metodología genera prótesis maxilofaciales más accesibles usando smartphones e impresión 3D.

Con frecuencia, las personas que sobreviven al cáncer maxilofacial se enfrentan a una dura consecuencia: su rostro ha quedado completamente deformado por la cirugía necesaria para extirpar el tumor. En ocasiones pueden perderse partes de la cara vitales para operaciones básicas como alimentarse, hablar, oler. Pero el rostro también es la sede de la identidad, cómo otras personas nos reconocen y cómo nos vemos a nosotros mismos.

Rodrigo Salazar es cirujano dental especializado en prótesis maxilofaciales y ha desarrollado un nuevo método para fabricar estas prótesis de un modo más económico y accesible. Su esperanza es que más personas afectadas por enfermedades que deforman la cara puedan disponer de prótesis que hasta ahora no podrían haberse permitido.

Entre perder la vida y operarse no hay elección, pero tras la operación hay unas consecuencias que afrontar”, empieza su explicación el joven peruano. “La rehabilitación de este tipo de cirugías es uno de los servicios más desprovistos en el mundo, y esta falta de cobertura afecta al paciente”, prosigue Salazar. Por este motivo este innovador decidió cambiar la forma en que se diseñan las prótesis para hacer que el proceso sea más barato y fácil de realizar, de modo que más personas puedan fabricarlas y por tanto puedan ayudar a un mayor número de afectados.

Hasta hoy el diseño de una prótesis es un proceso casi artístico, con un gran componente de trabajo manual y la necesidad de utilizar equipamiento excesivamente caro y difícil de manipular. Escáneres de cabeza, cámaras especializadas, software de modelado 3D.

Puede ser necesario invertir hasta medio millón de dólares para producir una prótesis”, comenta Salazar. Su método, en cambio, utiliza la cámara de un smartphone, software de código abierto e impresoras 3D. “De esta manera disminuye el coste para que nuevos médicos se entrenen en producir este tipo de prótesis”, valora Salazar.

Eric Dijkhuis
Po Paraguay
Gracias a la impresión en 3D su ONG fabrica prótesis y herramientas para personas con extremidades amputadas

Acceder a un dispositivo prostético para remediar una amputación de una mano, por ejemplo, sigue siendo un lujo que la mayoría de las personas no se pueden permitir. Una de los primeras aplicaciones pensadas para la disruptiva tecnología de la impresión en 3D fue precisamente la creación de prótesis mucho menos costosas. Con esta intención, Eric Dijkhuis creó en 2014 la ONG Po Paraguay, inicialmente con el diseño de prótesis para manos (‘Po’ significa ‘mano’ en guaraní). En estos años no ha dejado de investigar nuevas aplicaciones para la tecnología y el catálogo ofrecido ya incluye 9 tipos de prótesis para manos y piernas y accesorios que han llegado a más de 250 personas.

La gran mayoría de los amputados en Paraguay no se pueden permitir una prótesis funcional, con costes “por encima de los 3.000 dólares en zonas donde el salario mensual no llega a los 200”, analiza Dijkhuis. Po Paraguay reduce el coste de una prótesis a poco más de 150 dólares mediante el uso de impresión en 3D con materiales más baratos y el uso de diseños de código abierto.

Hay formas de que incluso este reducido precio no tuviera que ser abonado por el usuario final, pero Dijkhuis cree que es positivo que el destinatario pague al menos una parte simbólica. “El hecho de adquirir algo cambia la mentalidad, pasan de ser personas que están siendo ayudadas a clientes que buscan estar satisfechos con el producto y participan en la co-creación del mismo”, explica el joven innovador.

El objetivo es cambiar la percepción en la sociedad, transmitir que la situación de discapacidad no es una condición inmutable, sino que con la herramienta adecuada se puede recuperar la funcionalidad, al igual que cuando una persona usa gafas”, afirma Dijkhuis. Por este motivo, en Po van más allá de producir prótesis personalizadas y también fabrican accesorios para realizar actividades específicas, como tocar una guitarra, un violín, o montar en bicicleta.

Fabián Suárez
e.Ray
Su empresa instala turbinas en ríos para dotar a las comunidades remotas de los medios para desarrollarse y prevenir inundaciones.

En el mundo viven 1,300 millones de personas sin acceso a electricidad. Solo en Colombia, el 60% del territorio no dispone de conexión a la red nacional de suministro y unas 12,000 comunidades carecen de acceso a una fuente confiable de electricidad. Por otro lado, la tecnología satelital no tiene la suficiente precisión para predecir con exactitud las crecidas de los ríos e instalar estaciones de medida en áreas remotas es costoso. Las comunidades establecidas junto a cauces fluviales en zonas recónditas a menudo sufren ambos problemas.

Fabián Suárez es cofundador de e.Ray y ha diseñado una infraestructura que combina la generación de energía eléctrica renovable utilizando el caudal de los ríos con la obtención de datos sobre los mismos.
El origen de la migración en las zonas rurales de Colombia está en la falta de oportunidades para desarrollarse”, comenta Suárez. Sus padres abandonaron su comunidad en busca de una vida con más oportunidades cerca de la gran ciudad. “La tecnología puede invertir este proceso, volver atractivas para vivir las áreas rurales”, afirma el joven ingeniero.

Con este objetivo en mente, Suárez ha diseñado un nuevo tipo de turbina capaz de generar electricidad sin necesidad de mayores infraestructuras civiles, optimizada para funcionar a bajas velocidades y con poco caudal. Junto a esta turbina se instalan paneles solares que complementan la producción eléctrica para suministrar energía a algún proceso que genere valor añadido. “En el piloto realizado en Uganda se instalaron máquinas que fabrican hielo; la venta del producto de mayor valor, el hielo para refrigerar la leche, permite a los ganaderos locales mejorar el rendimiento de su producción”, explica el innovador colombiano.

Otra forma de obtener valor añadido es la instalación en la turbina de monitores que, gracias al uso de dos sensores GPS, son capaces de medir con una precisión de centímetros las variaciones del nivel del agua. Cuando los monitores detectan una desviación al alza se emite una alerta a la comunidad local para que tenga suficiente tiempo para reaccionar.

Bruno Mahfuz
guiaderodas
Su aplicación da información sobre accesibilidad a las personas que lo necesitan.

Para las personas con movilidad reducida, salir de casa para realizar cualquier actividad supone una expedición a lo desconocido ya que, si no tienen información de primera mano al respecto, nada les garantiza que al llegar a su destino puedan acceder a él. Para Bruno Mahfuz esta situación, en la era de Internet, es inaceptable. Por ello creó guiaderodas, una aplicación mediante la cual los usuarios pueden reportar el nivel de accesibilidad de los sitios que visitan, haciendo que esta información quede a disposición del resto de la comunidad.

Cuando tenía 17 años un accidente le dejó anclado a una silla de ruedas. A partir de entonces intentar hacer vida normal le supuso una dificultad añadida. Media vida sujeto a esta forma de trasladarse le ha convencido de que la accesibilidad no es, sin embargo, una cuestión relevante sólo para las personas con discapacidad. De hecho, el 65% de los usuarios de guiaderodas no sufre discapacidad.

Los padres que llevan a los bebés en carritos, las mujeres embarazadas, las personas mayores, los que sufren una lesión... la accesibilidad hace la vida más cómoda a todos”, afirma el joven brasileño. En su opinión, la sociedad debe dejar de ver el problema como algo que afecta a una minoría y pasar a verlo como algo que mejora la vida de todos: “Mi objetivo es desaparecer como empresa porque ya no haya más necesidad de este servicio”.

Lo que guiaderodas ofrece es un listado, basado en la ubicación y las categorías elegidas por el usuario, de sitios cercanos así como su grado de accesibilidad, evaluado por otros usuarios. Contar con esta información de antemano da a la gente un mayor grado de predictibilidad a la hora de decidir a qué sitios acudir. Tras dos años de operaciones, la aplicación cuenta con información sobre sitios en más de 900 ciudades en 56 países y fue elegida en los World Summit Awards organizados por las Naciones Unidas como la mejor iniciativa para la inclusión y el empoderamiento.

Mateo Salvatto
¡Háblalo!
Su aplicación facilita la comunicación oral a personas con discapacidad.

La mayor parte de la gente no es consciente de los problemas que padecen las personas con incapacidad para comunicarse, por ejemplo por sordera. No entender lo que te quiere decir la persona que tienes delante hace difícil desde el aprendizaje en la escuela hasta pedir una comida en un restaurante.
Mateo Salvatto creció oyendo este tipo de anécdotas a diario ya que su madre se dedicaba a dar clases a personas sordas y las historias que sus alumnos le contaban llegaban al resto de la familia también. Salvatto, dotado de conocimientos informáticos desde temprana edad, decidió hacer algo por ayudar a estas personas que conocía y creó una aplicación para teléfonos Android. ¡Háblalo! es un traductor en tiempo real de voz a texto y viceversa, lo que facilita enormemente la vida diaria de las personas sordas, mudas o con otro tipo de discapacidad que impida su comunicación oral.

Es como poder subtitular el mundo que te rodea y que el teléfono hable por ti”, comenta Salvatto. La aplicación utiliza la herramienta de procesamiento de lenguaje natural de Google y posee una interfaz de usuario especialmente diseñada para las necesidades de las personas discapacitadas y cuenta con pictogramas y accesos directos a situaciones comunes para facilitar su uso.

Aunque pensada inicialmente para ayudar a sus conocidos, la aplicación ha sido descargada ya más de 25,000 veces por gente de 45 países en cuatro continentes distintos en el año que tiene de vida. El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, la declaró “software de interés social” y ENACOM la eligió como mejor app de 2017.
La aplicación es totalmente gratuita y funciona sin necesidad de estar conectado a Internet”, matiza Salvatto, que reconoce que “aún hace falta mucho trabajo para seguir ayudando a los millones de personas que podrían beneficiarse”. Por ello el joven argentino se dedica a llegar a acuerdos comerciales para que empresas y administraciones públicas, incluida la de la provincia de la capital argentina, adopten la aplicación y puedan así ofrecer sus servicios de una forma más accesible.

Antonella Romero
Ecotrash
Plataforma del reciclaje

Las 8,500 toneladas diarias de basura que se producen en Lima, la capital de Perú, representan casi la mitad del total de residuos sólidos generados en el país. Sin embargo sólo el 2% acaba siendo reciclado. Aumentar este porcentaje es una prioridad para el Gobierno, pero para lograrlo es necesario cambiar la mentalidad de la ciudadanía, que no ve incentivos para separar los cartones y los envases del resto de desechos y reciclarlos.

Antonella Romero es una joven emprendedora con amplia experiencia en aconsejar al Gobierno de Perú en materia de innovación y tecnología. Hasta que un día decidió aplicar sus esfuerzos en utilizar la tecnología para resolver este problema cívico. Así nació EcoTrash, una plataforma que por un lado incentiva a los ciudadanos a reciclar y les facilita el hacerlo, y por el otro proporciona una mejor calidad de vida a las personas que se ganan la vida rebuscando en la basura.

Existen iniciativas [para fomentar el reciclaje] por parte de ONG’s y del Gobierno, pero el ciudadano no ve el beneficio, se pregunta ‘¿pero yo qué gano?’”, afirma Romero, quien recuerda cómo tuvo la idea de hacer algo al respecto al observar a una persona revolviendo la basura en busca de algo aprovechable a la salida de su trabajo. Si hay personas dispuestas a recoger los residuos reciclables, tan solo se trata de dar un incentivo a los ciudadanos para ponerles en contacto.

Esa es la idea fundamental de EcoTrash, una plataforma online que busca promocionar mediante la obtención de recompensas canjeables el hábito de separar los residuos en aquellos puntos en los que se generan (los domicilios y las empresas) al tiempo que las personas que se dedican a la recogida obtienen un aumento de sus ingresos y pasan a formar parte de la economía regular. “Un recolector informal obtiene unos 7 dólares al día tras una jornada de 12 horas buscando residuos”, explica Romero, que afirma que los adscritos a su plataforma ganan el doble dedicando la mitad de tiempo.

Felipe Quezada
Kinemotion
Su plataforma de videojuegos orientados a la rehabilitación pretende mejorar la motivación de los pacientes a continuar con el tratamiento.

Lesiones, accidentes, enfermedades degenerativas. Estas son solo algunas de las causas que pueden llevar a alguien a necesitar realizar ejercicios de rehabilitación fisioterapéutica.

Sin embargo, a pesar de su eficacia para regresar la función normal, o mitigar el dolor, mucha gente abandona este tipo de tratamientos por falta de motivación.

Felipe Quezada descubrió esta realidad en primera persona tras sufrir un accidente de motocicleta, por el que necesitó pasar más de seis meses acudiendo a rehabilitación tanto en clínicas públicas como privadas en Chile, su país natal. Dada su dedicación al diseño de videojuegos, la solución al problema de la falta de motivación se presentó sola: ¿Por qué no desarrollar videojuegos terapéuticos específicamente pensados para lograr motivar a los pacientes a continuar con la terapia? Así nació Kinemotion.

Por un lado, Quezada ha desarrollado una plataforma accesible para los terapeutas, en la que se encuentran varios tipos de videojuegos, dependiendo de la labor que se quiera ejercitar, y cada uno de ellos personalizable a las necesidades de cada paciente. Por otro lado, un sensor tipo Kinect registra los movimientos del paciente y analiza diversos parámetros para medir su desempeño y progreso. “Por ejemplo, hay uno que utiliza los ejercicios de cadera para manejar un avión, otro para mejorar la marcha que consiste en controlar un personaje que toma unas manzanas y las tiene que llevar a una cesta”, explica el diseñador.

De momento el sistema está siendo validado en dos centros, uno en Santiago de Chile y otro en Concepción. “Las personas mayores se han adaptado bien, mejor de lo que se esperaba”, comenta Quezada. “Les gusta jugar, se vuelven como niños y quieren volver a la terapia para jugar de nuevo”, afirma el joven chileno, que espera que los estudios confirmen esta impresión de mejorar la motivación de los pacientes para realizar las tareas de rehabilitación.